Introducción
Nos
hemos preguntado muchas veces si ¿vale de algo esta vida?, y la
respuesta muchas veces ha sido pesimista. En nuestro andar pareciera que las
cargas son más pesadas que nuestras fuerzas y los errores mayores que el
perdón. Pero frente a estas preguntas Dios nos da una respuesta conocida con el
término de Salvación. Este
término parece una palabra más pero al analizarla descubriremos que no es simplemente
una palabra sino una realidad.
Volviendo
al principio
Para
entender lo que realmente es la Salvación, debemos volver al principio,
o sea, ir a la fuente (Dios) y saber lo que la fuente quiere manifestar sobre
este tema. La Biblia nos da esa respuesta.
Este
término en el AT se traduce como “introducir en un ambiente espacioso”, pero
tiene desde el comienzo el sentido metafórico de “liberación de toda
limitación” y los medios para llegar a ella; liberación de los factores que
constriñen y limitan.
Puede
referirse a liberación de una enfermedad (Is.
38: 20), de los problemas (Jer. 30:7),
o de los enemigos (Sal. 44: 7). En
el NT Jesús en los evangelios menciona la palabra Salvación (Lc. 19: 9), donde se refiere a sí mismo
como personificación de la Salvación, impartiendo perdón a Zaqueo, por
lo que vino a hacer. Bajo este punto la Salvación es un beneficio
gratuito que Dios nos da, y que todo ser humano debe anhelar y recibir, ya que
debido a nuestra naturaleza de pecado nos encontramos separados de Dios. Si
aceptamos a Cristo recibimos perdón y entramos en una comunión verdadera con
Dios nuestro Padre.
Sus
tiempos (pasos)
Para
muchos la Salvación sólo es el punto donde aceptamos a Cristo, pero es sólo
el primer paso o tiempo. En este paso es lo que dijimos anteriormente
cuando recibimos a Cristo en nuestro corazón (conversión), pasando de muerte a
vida. Esto es lo que conocemos también como Regeneración, o sea, Nuevo
Nacimiento (Tito 3: 5;
Mt. 19: 28). Como dijimos es el primer paso.
El
segundo tiempo o paso es el conocido como nuestra vida en Cristo, es en el
que el Espíritu Santo empieza a obrar, o sea, cambiar nuestra vida; sacando lo
malo (viejo hombre) y dejando ver la nueva naturaleza (nueva criatura). Este
paso dura toda nuestra vida terrenal, o sea, hasta la muerte. Nunca dejaremos
de aprender y; a la vez, poner en práctica lo aprendido.
El
tercer y último paso es el conocido como El Regreso de Cristo por su Iglesia (1 Tes. 4: 16-17), cuando Cristo regrese
por su pueblo y nuestros cuerpos (ya sea que estemos muertos o que aún vivamos)
sufran un cambio completo para estar ante Dios mismo.
¿Se
puede perder o no?
Como
vimos anteriormente dura toda nuestra existencia, y bajo un texto clave que es Ef. 2:8 podemos determinar que la Salvación
no se puede perder. Muy diferente es si nosotros en forma voluntaria nos
alejamos de ella, ahí por nuestra voluntad podemos terminar en juicio
para condenación como lo señala Heb. 10:
26-27.
Resumen
Podemos
decir que la Salvación es gratis, sólo al aceptar a Cristo la recibimos,
pero que no termina sólo ahí sino que dura por toda nuestra existencia. Por eso
es tan importante ya que es la base de todos los demás aspectos de nuestra vida
como son la Justificación, Santificación, Glorificación y muchos otros
más que en nuestra vida pasaremos.
Oración:
“Gracias Señor por tan grande regalo, aún yo
no mereciéndolo, Tú me lo das. Por eso te ruego que Tú me enseñes cada día a
valorarla más y más. Enséñame ano apartarme de ella, para así conocerte, y al
conocerte, disfrutar lo que Tú tienes preparado para mí cada día. En el nombre
de Jesús. Amen”
Marcos Figueroa Salamanca
Director EE.BB de Invierno - Juventud Nacional
Link Relacionados: