Saludos

¡Hola! Bienvenido(a) al Blog de Nuestra Iglesia y sean Bendecidos
VISITA NUESTRA PAGINA WEB: www.idschillancito.weebly.com

sábado, 7 de abril de 2012

En vano he trabajado por Nelson Castro

Visita: www.idschillancito.weebly.com

"Escuchadme, islas, y atended, pueblos lejanos. El SEÑOR me llamó desde el seno materno, desde las entrañas de mi madre mencionó mi nombre. Ha hecho mi boca como espada afilada, en la sombra de su mano me ha escondido; me ha hecho también como saeta escogida, en su aljaba me ha escondido. Y me dijo: Tú eres mi siervo, Israel, en quien yo mostraré mi gloria. Y yo dije: En vano he trabajado, en vanidad y en nada he gastado mis fuerzas; pero mi derecho está en el SEÑOR, y mi recompensa con mi Dios. Y ahora dice el SEÑOR (el que me formó desde el seno materno para ser su siervo, para hacer que Jacob vuelva a El y que Israel se reúna con El, porque honrado soy a los ojos del SEÑOR y mi Dios ha sido mi fortaleza), dice El: Poca cosa es que tú seas mi siervo, para levantar las tribus de Jacob y para restaurar a los que quedaron de Israel; también te haré luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta los confines de la tierra" (Isaías 49:1-6 LBLA)

Una de las preguntas que frecuentemente recorre mi cabeza es la siguiente: ¿Todo lo que hago Señor, no tiene sentido? ¿No veo fruto en el trabajo que realizo? ¿En vano estoy trabajando?

No sé si tú te has sentido de la misma forma que yo, que en medio de tu ardua labor en la obra del Señor, sientes que nada de lo que realizas tiene sentido. Cuando me siento a pensar en medio de esa frustración y ese desorden de ideas, la voz de Dios viene a mi mente y me dice nítidamente que no es así.

Si meditamos en el texto mencionado anteriormente, Isaías no describe un momento emocional propiamente suyo, sino que proféticamente él está viendo por fe al Mesías en su ministerio. Él está describiendo la tristeza intima de Cristo por la aparente falta de resultados en su ministerio. Si nosotros  realizamos un recorrido al NT y lo analizamos, este guarda un relativo silencio a este respecto, aunque implícitamente se alude a ello en el lamento del Señor sobre Jerusalén. (Mateo 23:37-39)

Analicemos esta idea más a fondo… Antes de que el Siervo, el Mesías, naciera, Dios lo eligió para llevar la luz del evangelio (el mensaje de salvación) al mundo (Hechos 13:47).

En este pasaje Isaías nos declara que Jesús sentiría ese mismo sentimiento que inunda muchas veces nuestro corazón. La expresión que ocupa el profeta es la siguiente: En vano he trabajado, en vanidad y en nada he gastado mis fuerzas; pero mi derecho está en el SEÑOR, y mi recompensa con mi Dios.”(Isaías 49:4 LBLA) y por fe estas palabras son declaradas por el mismo Señor Jesús. Es impresionante darnos cuenta que el Maestro sintió lo mismo que nosotros, ese sentimiento de vacío en su trabajo. El Padre le había delegado una tarea pero su Pueblo, el Pueblo de Dios ese Pueblo especial, ese Pueblo escogido por él, le había dado la espalda completamente a su Padre: “La Palabra vino a vivir a este mundo, pero su pueblo no la aceptó.” (Juan 1:11 BLS). Imagínese el dolor en el corazón del Señor, que lo podemos ver reflejado en el momento que él se lamenta por Jerusalén (Mateo 23:37-39). Él había tenido un llamado y había nacido con ese propósito y su llamado era traer a Jerusalén y llevarlo a tener una relación con Dios. Pero vemos podemos ver que ese mismo pueblo amado lo crucifica y me imagino en ese momento a Jesús declarando las mismas palabras de dolor descritas por Isaías.

“En vano he trabajado, en vanidad y en nada he gastado mis fuerzas; pero mi derecho está en el SEÑOR, y mi recompensa con mi Dios.” Isaías 49:4

Lo que proféticamente esta declarando Isaías sobre el Mesías es que, en medio de ese momento de confusión sobre el trabajo del ministerio de Cristo, había algo de lo que si se podía estar completamente seguro, de que la causa del Señor estaba delante de Jehová y su recompensa con Dios. Por eso hermanos nada de lo que realizamos en la obra de Dios es en vano, aunque venga ese pensamiento a nuestra mente tengamos en cuenta que El Señor nos escogió y delego esa responsabilidad sobre nosotros, él nos conoce desde antes de estar en el vientre de nuestra madre (Jeremías 1:5). Además consideremos que diariamente él nos está brindando herramientas para que podamos desarrollarnos, al igual como nos protege y nos cuida de una manera especial para mostrarnos a diario su Gloria.

“Entonces llamó Moisés a Josué y le dijo en presencia de todo Israel: Sé firme y valiente, porque tú entrarás con este pueblo en la tierra que el SEÑOR ha jurado a sus padres que les daría, y se la darás en heredad. El SEÑOR irá delante de ti; El estará contigo, no te dejará ni te desamparará; no temas ni te acobardes.” (Deuteronomio 31:7-8 LBLA)

Concluyendo, recuerda que El Señor va delante de ti, el no te ha dejado nunca, ni nunca lo hará. Él está contigo y pelea por ti, por eso debes seguir avanzando. Dios te ha entregado algo valioso y lo ha colocado en un vaso de barro (2 Corintios 4:7) para que la excelencia sea de él y no tuya.

Por esto si en este momento sientes que tú trabajo ha sido en vano y que has agotado tus fuerzas para nada. El Señor te dice que tú eres hijo(a) del Rey de Reyes y Señor de Señores, que estas diseñado(a) para realizar algo hermoso nunca antes visto (No eres copiada de nadie, sino original del original). Además amado(a) recuerda que  eres estimado(a) para Dios, eres saeta escogida en su aljaba. Eres hermoso(a) para él y él te dará nuevas fuerzas para seguir adelante. Por ultimo recuerda que la palabra dice que es poca cosa es que tú seas su siervo(a), porque ya eres su hijo y en esa condición El cumplirá todos sus propósitos en ti. Confía en El, por qué el hará contigo.

“Ama al Señor con ternura, y él cumplirá tus deseos más profundos. Pon tu vida en las manos del Señor; confía en él, y él vendrá en tu ayuda.” (Salmos 37:4-5)


“No te sientas pequeño Dios te he creado para transformas vidas, para cambiar naciones enteras para mí.” (Hechos 22:14)
  
ESCRITO POR NELSON CASTRO ALARCÓN

Link Relacionados: 
                              - La buena tierra que habrán de poseer
                              - El Dios de lo imposible
                              - Un grito de angustia
                              - Cuando nada tiene sentido
                              - En medio de la tormenta sigues siendo Dios