La etapa del noviazgo es una de
las más hermosas que el ser humano puede experimentar en cuanto al amor. Es
allí en donde el amor nace y crece y junto con ese sentimiento se da a luz a
muchos detalles que hacen que los dos se enamoren más cada día.
El conocerse y aprender uno del
otro con el tiempo lleva a enamorarnos de esa persona, a sentir cosas que no
habíamos sentido antes, como las famosas maripositas en el estomago cuando algo
lindo ocurre en la relación o como detalles pequeños pero de gran importancia
que nos hacen suspirar. Personalmente me gusta estar enamorado, porque es un
sentimiento hermoso que Dios nos ha permitido experimentar.
Las relaciones de noviazgo son
ideales para demostrar a través de detalles pequeños lo mucho que amamos aquella
persona la cual Dios quiso que conociéramos y con la que en algún momento
compartiremos la vida juntos como matrimonio.
Hoy quiero dedicar este artículo
a todos aquellos noviazgos unidos por Dios, con el objetivo de que valoren a
través de detalles la bendición de tener a tu lado al amor de tu vida.
Cuando Dios nos une
Hay una gran diferencia entre
hacer lo que nosotros creemos que es lo correcto y hacer lo que Dios quiere que
hagamos. Cuando nosotros nos guiamos no por emociones, sino por lo que Dios
quiere para nuestras vidas, entonces nuestras decisiones irán respaldadas por
El, lo que hagamos será bendecido por el Señor, porque seguramente estaremos
haciendo su voluntad.
Es lindo cuando el Señor une a
una pareja, cuando no hay necesidad de forzar nada y que todo se da poco a poco
y ese amor crece cada día porque se riega como una planta.
Una pareja que Dios ha unido es
una pareja en donde existirá el respeto, en donde el amor es correspondido, en
donde todo su entorno está a favor o por lo menos casi todo su entorno, y es
que cuando las relaciones son de Dios llevan todas las de ganar, llevan todas
las de ser bendecidos y disfrutar de esa etapa a la que considero una antesala
al matrimonio.
Y es que no puedo dejar de pensar
que un noviazgo que Dios aprueba es aquel que también tiene como objetivo
llegar al matrimonio. No me imagino a un Dios aprobando un noviazgo de
“prueba”, para haber si da o no da. Personalmente pienso que un noviazgo que
Dios aprueba es aquel que lleva como objetivo casarse y formar una familia.
Obviamente para eso tiene que pasar un par de años de noviazgo para conocerse
muy bien antes de dar el paso final. Pero el objetivo número uno de esos
noviazgos tendrían que ser llegar al matrimonio, porque se supone que supieron
esperar el tiempo de Dios y porque Dios permitió que todo se diera, por ende se
supone que en un futuro sería un buen matrimonio constituido por Dios.
Cosa contraria es cuando
entablamos una relación sin pensar en un futuro, en donde lo único que se
quiere es dejar de sentirse solo, teniendo a alguien para “compartir” momentos
especiales, pero que realmente siempre terminan peor de cómo comenzaron.
Cuando Dios une una pareja es
algo hermoso, aun recuerdo la primera vez que vi a mi amada Yamita, la vi tan
hermosa, cautivo mi vista desde el primer momento, su sonrisa, su carita de
ángel, me hacía que me pusiera hasta nervioso, para mí era y es la mujer más
hermosa sobre la faz de la tierra.
Después de un tiempo de una
hermosa amistad con ella, Dios puso en mi corazón la seguridad de que ella era
la tan esperada ayuda idónea, esa mujer que me amaría más de lo que me
imaginaba, esa mujer que estaría dispuesta a morir a mi lado por tratar de
alcanzar nuestros sueños. Aun recuerdo un día que al verla sentí como un clic
dentro de mí que me hizo sentir que ELLA ERA. Desde ese mismo momento jamás hubo
duda en mi que ella era para mí y es que cuando Dios da un sentir lo da mutuo,
ella también sintió lo mismo, era algo que estaba estipulado en la historia de
Dios para mi vida. El tiempo exacto, el momento adecuado, todo en mi vida listo
para que se diera el momento que tanto había esperado.
Cuando comenzamos nuestro
noviazgo era algo más especial de lo que jamás había experimentado. Era un amor
tan enorme, tan grande al cual no estaba acostumbrado. Me sorprendía la forma
de cómo me amaba, me sentía querido, me sentía importante para ella y yo
también trataba de corresponder al máximo, por fin había encontrado a la mujer
que llenara mis expectativas y me hiciera sentir feliz, ahora estaba completo y
listo para seguir el proceso de Dios en mi vida junto a mi amada.
Cuando Dios decide unirte a una persona, hará que todo se dé para ello.
No tendrás que forzar nada, no habrá tiempo que haga cambiar ese amor, sino que
los dos son el uno para el otro en todo sentido, es decir: UN COMPLEMENTO.
Disfruta tu Noviazgo.
Yo puedo dar testimonio que
disfrute mi noviazgo, gracias a Dios nuestro noviazgo solo estuvo marcado de
recuerdos hermosos, no peleábamos, no discutíamos y si lo hicimos fue una tan
sola vez en nuestro noviazgo, ¡Claro sino, esto no era noviazgo! (hehehe) pero
algo que aprendimos era a disfrutarlo al máximo, ¿Para qué pelear?, ¿Para
qué discutir?, no traía nada provecho sino que lejos de ser provechoso
desgastaba la relación.
Aprendimos a tenernos confianza
el uno al otro, vivíamos a una distancia muy considerable, eran cinco horas de
viaje, por lo que decidimos que el tiempo que nos veíamos teníamos que
aprovecharlo para disfrutar de esa hermosa etapa.
Hablábamos a diario por teléfono,
mi celular sufría porque eran horas y horas las que pasábamos hablando mientras
mi oído sentía como que un ángel le susurraba, era hermoso, una etapa única que
no iba a repetirse, pero que en el matrimonio iba a ser aun mejor.
¿Estás disfrutando tu noviazgo?
Muchos de los que en esta hora me
leen saben que es no disfrutar de un noviazgo, saben que es no valorar a una
persona y valorarla hasta que ya no está a nuestro lado.
A veces nos pasamos la vida
peleando o discutiendo por cosas sin importancia, destruyendo poco a poco esa
bonita relación que inicio como una historia de amor, pero que poco a poco se
va transformando en una historia de terror en donde los corazones dañados
abundan.
El noviazgo es para disfrutarlo,
es para compartir momentos únicos en la vida con aquella persona que movió tu
alfombra, es para hablar con esa persona por horas y conocerla aun más. Es para
saber cuáles son sus gustos e intereses y para apoyarse mutuamente.
Es una etapa para escuchar y ser
escuchado, una etapa en donde juntos pueden hacer tantas cosas que se
propongan.
Una etapa en donde pueden
demostrar que aman a Dios guardándose, respetándose mutuamente y en donde su
único objetivo tendría que ser agradar a Dios.
No pelees más, aprende a aceptar a esa personita que tienes a tu lado,
aun con sus defectos y errores, recuerda que tú tampoco eres tan perfecto, el
amor consiste en eso, en aprender a aceptarse uno a otro con amor y a apoyarse
no solo en los momentos de victorias, sino en los momentos malos también.
Ama a esa persona como te gustaría que te amen, no esperes solo
recibir, da también, porque es mejor dar que recibir, y de lo que siembres, así
también cosecharas. Si quieres que te traten bien, entonces trata bien, si
quieres que confíen en ti, entonces confía también en esa persona. Aprende a
que tu relación este cimentada en Dios, porque si es así todo te saldrá bien.
No eches tu relación a la basura por momentos de locura, no hagas que
tu historia de amor se termine por momentos de “placer”, respeta a tu novia y
chicas respeten a sus novios. El amor va mas allá del sexo o cosa semejante, el
amor es comprensión, el amor es atención, el amor es respeto, el amor es
paciencia, el amor es sinceridad y sobre todo el amor proviene de alguien que
está al tanto de tu relación, él es Dios.
Esta etapa será única
¿Quieres tener buenos recuerdos
de tu noviazgo?, entonces trata de disfrutarlo, deja a un lado todo aquello que
te está impidiendo hacerlo. Permite que esta etapa sea positiva en tu vida y
que te marque positivamente para que en un futuro muy cercano puedas estar
gozando de un matrimonio feliz.
Sorprende a tu novio o a tu novia
con detalles hermosos, con esos detalles que quedaran en la memoria, cosas
pequeñas de gran valor, escríbele lo que sientes lo que esperas de un futuro
cercano. Enamórala cada día, se romántico, aunque no sea tu personalidad.
Muchos de nosotros tuvimos que hacer cosas que jamás pensamos hacer por tal de
enamorar aun más a nuestra amada. ¡Hazlo!, sal de la rutina, demuestra a través
de tus acciones que realmente amas a esa persona y que juntos nadie los puede
detener.
Sírvanle al Señor, desgasten su soltería en el Señor, hagan cosas
juntos, sirvan juntos, asistan a todas las actividades de sus Iglesias, no se
olviden nunca de Dios y de su relación personal con El. Jamás sustituyan a Dios
por ustedes, al contrario, siempre tomen un tiempo para hablar con Él, si fuera
posible oren juntos, pídanle a Dios que siempre mantenga en sus corazones ese
amor del uno hacia el otro, estoy seguro que si esa relación es de Dios, TODO SALDRA
PERFECTO.
Si hasta el momento habían hecho
mal las cosas, aun es tiempo de enderezar lo pasos, si han fallado a Dios, si
se trataron de formas equivocadas, si en algún momento se dañaron, todavía es
oportunidad de restaurar esa relación, pero
la única forma es entregarle sus vidas por completo al Señor y entregar esa
relación en sus manos, para que Dios sea quien pueda gobernar sobre ustedes.
Examinen y reflexionen sobre donde estuvieron sus errores y
comprométanse con Dios a poner de su parte para cambiar su historia que se
estaba convirtiendo en negativa.
Hoy es un buen día para comenzar de nuevo, para pedirle perdón a Dios,
para prometerle una vez más que ahora si lo intentaras.
Hoy es un buen día para comenzar a amar con más fuerza, para ir delante
de tu amada o amado y decirle lo mucho que quieres que salgan bien las cosas y
si realmente Dios los ha unido, entonces todo el camino se enderezara, porque
lo que Dios une nada lo desune.
Disfruta del amor en tu noviazgo
y no te olvides jamás de agradar a Dios
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